Scott Dixon demostró una vez más el domingo que casi nada es imposible para él en un auto de Indycar, tras ganar el Gran Premio de Long Beach con una mezcla dramática de paciencia y ataque en las últimas vueltas.

Nadie en la categoría ahorra combustible mejor que Dixon, quien manejó las últimas 34 vueltas de la carrera con un solo tanque de combustible, a bordo del Ganassi-Honda #9, para retener a un Colton Herta que estaba en una estrategia de combustible más convencional y menos arriesgada, pero que no pudo hacer nada para superar al neozelandés, quien ganó por 0.97 segundos.

«Eso fue difícil; eso fue muy difícil», dijo Dixon. «Honestamente, no pensé que íbamos a llegar, y seguían dándome un número (de combustible), y simplemente no estaba recibiendo… Estaba cerca, pero no lo suficiente. Por suerte, estábamos en el lado seguro allí».

Más noticias: La lluvia cortó los primeros tests de Indy 500 del año

Dixon, que comenzó en octavo lugar, incluso le quedaba suficiente combustible en su motor Honda para realizar una vuelta de celebración. En Long Beach, obtuvo su primera victoria de la temporada y la 57a victoria de su carrera. Pero el dato más impresionante es que con este triunfo acumula veinte temporadas consecutivas ganando al menos una carrera de Indycar.

El actual campeón de la serie Alex Palou terminó tercero en el Ganassi-Honda #10. El líder de puntos de la serie, Josef Newgarden, ocupó un decepcionante cuarto en el Penske-Chevrolet #2 después de buscar ser la mayor amenaza de Dixon. Marcus Ericsson redondeó los cinco primeros en el Andretti-Honda #28.

Que se escuche tu voz! Déjanos tu comentario!

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…

Blog de WordPress.com.